Hablemos de la imagen corporal y la cosificación

Todo el mundo tiene que profundizar por lo que siente sobre su propia imagen corporal. Es parte del ser humano.

Cuando te miras en el espejo, ¿qué ves? ¿Cómo te sientes?

La imagen corporal es la forma en que pensamos y sentimos sobre nuestro propio cuerpo. Incluye todo, desde lo que vemos al mirar nuestro reflejo hasta cómo nos imaginamos en nuestra propia mente. La altura, el peso, la forma, los rasgos, la forma de moverse y cómo se siente uno en su cuerpo forman parte de la imagen corporal. Piensa en ello como la precepción interna con respecto a tu aspecto exterior.

No es malo tener una relación complicada con tu propio cuerpo, sobre todo al empezar la pubertad. Puede costar un poco acostumbrarse a tu cuerpo, ya que cambia y fluctúa. Lamentablemente, muchas personas tienen sentimientos negativos sobre su cuerpo, e incluso pueden experimentar vergüenza corporal, pero hay muchas cosas que puedes hacer para ayudarte a sentirte más positivo y mejorar tu confianza en ti mismo con un poco de autocuidado.

Vamos a profundizar en todo lo relacionado con la imagen corporal.

¿Qué es el cuerpo ideal?

Puede ser fácil pensar que tu cuerpo debe tener un aspecto determinado, ya sea por lo que ves en las revistas, las películas, los programas de televisión o las redes sociales. Existen diferentes ideales o estándares corporales para diferentes grupos y diferentes partes del mundo. En algunas culturas, ciertos rasgos pueden ser alabados mientras que otros son avergonzados, pero lo contrario podría ser cierto en el otro lado del mundo. Parece aleatorio, y un poco tonto.

Lo que está de moda también evoluciona con el tiempo: en un momento parece que todo el mundo tiene las cejas delgadas y, al instante, se vuelven a poner de moda las grandes y tupidas. Todo esto demuestra que las ideas en torno al "cuerpo ideal" no son más que un conjunto de normas cambiantes y subjetivas. Es imposible tener el "cuerpo ideal" porque el concepto de ideal cambia todo el tiempo.

Si no puedes ver modelos de éxito que se parezcan a ti, entonces puedes sentirte diferente o raro. Es muy fácil compararse con los demás, ya sean famosos, gente que ves por la calle o tus propios amigos. Recuerda que el cuerpo perfecto existe: es el que tú ya tienes. Cada cuerpo es diferente y hermoso.

¿Cómo son los cuerpos reales?

Hay cuerpos reales de todas las formas y tamaños: altos y bajos, delgados y con curvas. Algunos tenemos pechos pequeñitos, mientras que otros tienen busto enorme, pero todos tienen un aspecto estupendo. Los pezones son de todos los colores, tamaños y formas, y sí, pueden ser peludos. Por su parte, la piel puede ser manchada, maravillosamente arrugada, decorada con pecas, pintada con estrías o cubierta de tatuajes.

El pelo también puede ser rizado, liso, grueso o fino. Y sí, puede estar en la cabeza, en los brazos, en las piernas, en las axilas, en el estómago, en la espalda, alrededor de la vulva... básicamente en cualquier lugar. Hablando de vulvas, las hay de todos los colores (incluso de tonos diferentes a los del resto del cuerpo), y los labios pueden tener todo tipo de tamaños y formas. Todos somos diferentes, y eso es lo que nos hace únicos y especiales.

Nuestro cuerpo también cambia a lo largo de la vida. En primer lugar, durante la pubertad empiezan a desarrollarse los pechos el vello empieza a crecer en lugares donde antes no lo hacía, y también se producen todo tipo de cambios. El cuerpo suda, fluye y sangra en un ciclo natural que se repite, y no hay nada vergonzoso ni secreto en ello. Si en algún momento te quedas embarazada, tu cuerpo vuelve a cambiar, ya que se hincha para dar cabida a tu bebé en crecimiento. Tu cuerpo, y en particular tu vagina, también cambiará, y al llegar su momento, se recupera del parto. 

A medida que te acercas a la menopausia, es completamente natural que notes cambios en tu aspecto y en tu forma de sentir. Cambiamos por fuera porque también cambiamos por dentro, y todo forma parte del crecimiento.

¿Qué es la cosificación?

La cosificación es cuando se trata a una persona no como una persona, sino como un objeto o cosa. Los objetos existen para ser utilizados, por lo que la cosificación de un cuerpo significa que, en lugar de tratar a alguien como una persona completa con pensamientos, sentimientos, esperanzas y sueños, sólo se le ve de una manera muy limitada, como una posesión.

La cosificación es un concepto amplio, así que veamos algunos ejemplos de formas en las que se puede objetivar a las personas y que pueden hacer que se sientan mal respecto a su cuerpo.

Cuando vas por la calle y alguien te grita un comentario sobre tu cuerpo (lo que se conoce como "piropo"), te está tratando como algo que hay que mirar, sin tener en cuenta tus sentimientos.

También puedes notar la cosificación en las películas. Los superhéroes masculinos pueden llevar trajes prácticos y geniales con artilugios, mientras que las superheroínas femeninas dejan más piel al descubierto, o incluso llevan tacones. Los superhéroes son increíbles, pero perseguir a los malos con tacones no parece una primera opción muy realista.

Ciertas partes del cuerpo pueden ser cosificadas, o presentadas de una manera estrecha que no representa la diversidad y la belleza de las personas reales. A veces se critica el porno por la forma en que presenta los cuerpos: ver vulvas sin vello con labios pequeños, rosados y bien recogidos puede hacernos sentir que así son todas las vulvas. En realidad, las vulvas pueden ser peludas y de todo tipo de colores, algunas son grandes, sus labios pueden sobresalir, y todo lo anterior es hermoso, normal y sexy. Lamentablemente, la expectativa de tener una figura de muñeca perfectamente inalcanzable puede hacer que te sientas avergonzada por el aspecto de tu cuerpo.

A veces, la gente puede cosificar tu propósito en la vida debido a tu sexo o género. En la sociedad, durante años se ha esperado que ambos géneros desempeñen determinados papeles, ya sea el de mantener a la familia trabajando o el de cuidar a los niños en casa. El hecho de que una persona tenga una determinada parte del cuerpo (como el útero) no significa que tener hijos sea lo único que pueda hacer. Hay personas que no quieren tener hijos, otras que quieren adoptar y otras que tienen muchas ganas de ser padres. Lo que quieras hacer con tu vida y con tu cuerpo depende totalmente de ti, y no debes prestar atención a los juicios o expectativas de los demás.

Si alguien hace un comentario sobre tu cuerpo o te dice que debes hacer algo por tu género, tu raza o cualquier otra cosa, puedes sentir que te están metiendo en una caja estrecha de la que no puedes escapar. Eso no es bueno y puede hacerte perder la confianza en ti mismo y en tus capacidades. Incluso puede hacer que te sientas mal contigo mismo y con tu cuerpo, lo que a veces se conoce como vergüenza corporal.

Cómo hacer frente a la cosificación

Si alguien dice o hace algo para cosificarte, puede hacerte sentir triste, enfadada o incluso hacerte pensar negativamente en ti misma y en tu cuerpo. Recuerda que ser objetivada no es tu culpa, así que no debes interiorizarlo ni hacer caso a lo que te dicen.

La cosificación puede surgir en todo tipo de situaciones. Si te ocurre en la escuela o en el trabajo, puede ser una buena idea hablar con alguien de confianza, como un profesor o un jefe, para que sea consciente de la situación y evite que vuelva a ocurrir.

Si te ocurre en otra circunstancia lo primero que hay que decir es que siempre debes poner tu seguridad por encima de todo. Eso puede significar abandonar la situación lo antes posible: no te preocupes por ser educado, simplemente sal si puedes.

Si te sientes capaz, pregunta a la persona por qué ha hecho el comentario y qué esperaba conseguir. Denunciar la cosificación cuando ocurre puede ayudar a detenerla, pero sólo hazlo si te sientes segura y lo suficientemente fuerte para hacerlo.

Si te ocurre en las redes sociales, bloquea y denuncia al usuario y sigue adelante. No les debes nada, ni siquiera una respuesta. Tus redes sociales son tu espacio y no tienes por qué aguantar lo que no te gusta. Recuerda que debes tomarte un descanso de las redes sociales si te deprimen. Aunque interactuar con amigos y comunidades en línea es una forma brillante de sentirse conectado, a veces dejar el teléfono y hacer otra cosa puede beneficiar a tu salud mental. Establecer límites diarios o semanales para gestionar el tiempo que pasas frente a la pantalla también puede ayudar.

Por desgracia, la mayoría de la gente se enfrenta a la cosificación de vez en cuando. A veces, lo único que puedes hacer es contarle a alguien, como un amigo o un familiar, cómo te ha hecho sentir, y pedirle que te tranquilice si ha herido tus sentimientos. Recuérdate a ti misma lo increíble que eres y utiliza algunas de las siguientes ideas para ayudarte a sentirte de nuevo positiva.

Cómo afrontar la vergüenza corporal

Está bien que a veces te sientas mal con tu propio cuerpo; quererte a ti misma todo el tiempo no siempre es posible. Todo el mundo tiene días malos y hay muchos factores diferentes que pueden afectar a cómo te sientes. Dicho esto, hay cosas que puedes hacer para alejarte de la vergüenza corporal y acercarte al amor propio.

Da prioridad a lo que te hace sentir bien

¿Cuándo te sientes más segura de ti misma? Quizá sea cuando corres, pintas, cantas o haces algo que te gusta. Tal vez sea cuando salgas con tus amigos, camines por la naturaleza o te tomes un tiempo para estar atento. Incluso con un estilo de vida ajetreado, intenta cuidar tu cuerpo y tu mente al mismo tiempo.

Sigue una amplia gama de tipos de cuerpo en las redes sociales

Lo mejor de las redes sociales es que puedes crear tu propio espacio. Tienes el poder de silenciar y bloquear lo que no te hace sentir bien y, en cambio, seguir a personas y marcas que te representan. Encontrar a gente guay que se parezca a ti y seguir a una variedad de individuos puede hacer que tu feed sea un lugar positivo para el cuerpo.

Consume contenido positivo

Si algo te hace sentir mal, no lo sigas. En su lugar, busca un nuevo programa de televisión que incluya a personas como tú, con defectos y reales, haciendo cosas geniales. Escucha música con la que puedas bailar y sentirte increíble mientras cantas la letra en voz alta. Piensa en los libros que lees y en los podcasts que escuchas, y elige los que te levantan el ánimo.

Trátate a ti mismo como a tu mejor amigo

Piensa en la forma en que te diriges a tu mejor amigo o a tu familiar más cercano: lo tratas con amabilidad, le echas porras, lo apoyas y lo levantas...

Intenta tratarte a ti mismo como tratarías a alguien a quien quieres: nunca serías negativo con su aspecto.

Practica diciéndote afirmaciones a ti mismo. Soy inteligente. Soy digno. Soy hermosa. Después de un tiempo, empezarás a creértelo...

La imagen corporal y la objetivación es un tema muy amplio, y apenas hemos visto la punta del iceberg. Recuerda que lo que sientes por tu cuerpo es como cualquier otra relación: a veces hay que trabajarla, pero vale la pena. Si quieres saber más, lee nuestros artículos sobre cómo cambia tu cuerpo durante la pubertad y qué ocurre en tu cerebro durante la pubertad.

 

Consulta a tu médico: La información médica de este artículo se proporciona solo como un recurso de información y no debe utilizarse ni depender de ella para fines de diagnóstico o tratamiento. Consulta a tu médico para obtener orientación sobre una afección médica específica.

 

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